Opinión

Álvaro Vicioso | Adjto. Acción Sindical FeSMC-UGT

Álvaro Vicioso | Adjto. Acción Sindical FeSMC-UGT

Los sindicatos somos representantes legítimos de la sociedad

Todos los días tras los aplausos de las 20:00 experimento una sensación física de calentamiento de manos y enrojecimiento de las mismas, que pasados unos minutos (o un lavado de manos), desaparece. Así será, día tras día, hasta que venzamos a esta maldita pandemia. Esa sensación que describo no es sólo el reconocimiento a los profesionales sanitarios –y a tantos otros que prestan servicios esenciales a la comunidad–, es también un recordatorio social diario de unas condiciones laborales precarias, una falta de medios importante y una gestión deficiente, a todos los niveles.

Pero ¿qué nos ocurre el resto del día en que no realizamos esa “liturgia” de aplaudir a todas las personas trabajadoras que se la juegan para mantenernos protegidos ahí fuera? Me refiero a trabajadores y trabajadoras que no creo que quieran ser héroes o heroínas, sino que se les dote de unas condiciones laborales dignas, seguras y de calidad.

Esta situación tiene muchos culpables, entre los que cabe señalar el modelo económico imperante en las democracias occidentales porque el objetivo del capitalismo globalizador no es otro que el de revertir todas las mejoras sociales, laborales y económicas de las que hemos disfrutado en democracia. Igualarnos a todas las personas trabajadoras, sí, pero como en China ¡Menuda “línea media” para tomar como referencia! Efectivamente, ya estamos en ciernes de éste escenario, del que llevamos años avisando las organizaciones sindicales de clase.

Sirva como ejemplo inmediato la aceptación social que ha tenido el término “teletrabajo”, el cual en realidad no es tal, ya que en muchos casos se aplica en la idea de estar a disposición del empresario las 24 horas del día, en su mayoría con recursos informáticos propios de la persona trabajadora. Se acabó en ese modelo la desconexión digital, se acabó la prevención de riesgos, la conciliación, etc… Si queremos hablar de teletrabajo en serio, empecemos por regular normativamente en este ámbito para evitar abusos, y un buen instrumento es la negociación colectiva.

¿Seguimos? Las distribuciones irregulares de la jornada (“ahora te vas a tu casa y ya veré yo como empresario, cómo te hago recuperar todos esos días”), la imposición de vacaciones cuando el empresario así lo decide y un largo etcétera.

Estamos ante un modelo laboral y social que, de continuar en esta tendencia “normalizadora” de situaciones como las descritas en las empresas de este país, nos hará entrar directamente en un modelo de capitalismo globalizado en su peor versión. Sí, a imitación del modelo chino… sólo les falta “cuadrar el círculo”, comparándonos con EEUU en la eliminación total de la protección social y sanitaria.

Porque ¿qué términos sociales y laborales están en mente de quien tanto habla de repetir los manidos “Pactos de la Moncloa”? Recordemos que por aquel entonces se excluyó intencionadamente a las organizaciones sindicales, no querían testigos incómodos en aquellos consensos de carácter económico, político y social.

Quede claro que la situación económica, política y social era crítica en aquellos años, pero hemos de evitar que los árboles no nos dejen ver el bosque. La situación de extremada complejidad que tenemos en estos días difíciles nos ha de hacer mantener con toda la firmeza, talante y talento necesario, el posicionamiento que, como clase trabajadora, somos capaces de plantear para evitar que el capitalismo globalizador consiga su objetivo.

Sindicalismo en tiempos de crisis

Por eso, sólo desde una UGT fuerte e independiente económicamente, se puede sostener la necesaria defensa de los intereses del conjunto de las personas trabajadoras en cualquiera de sus condiciones, trabajen o no, sean fijos o temporales.

Sólo un sindicato de clase como UGT puede defender el interés de cualquier trabajador/a, de todos los trabajadores y trabajadoras con carácter integral y no solo el de aquellos que pertenecen a un colectivo concreto.

Sirva como recordatorio para profanos que hemos de seguir combinando la acción y la negociación y siempre a la búsqueda del consenso, de acuerdos. Ese ha sido un objetivo de la acción sindical de UGT en los últimos treinta años.

En las empresas, a través de la Negociación Colectiva en los centros de trabajo. En este ámbito se concitan dos realidades: la fuerza y capacidad de resolver problemas, por un lado, y la capacidad de superar conflictos junto con una situación laboral precaria, por otro. Esto hace en estos días más necesaria que nunca la presencia y la acción del sindicato en las empresas, en todas.

Porque negociamos más de 4.500 convenios colectivos, de los que se benefician cerca de 11.000.000 de trabajadores y trabajadoras, estén o no afiliados al sindicato, y desarrollamos nuestra acción sindical a través de la negociación colectiva en aproximadamente 1.100.000 empresas.

Por esto, y porque tenemos que seguir manteniendo el aplauso interior que, como clase trabajadora digna, portadora de derechos, nos corresponde.

En definitiva, nos rebelamos desde FeSMC-UGT contra un sistema capitalista profundamente injusto que esquilma las bases que sostienen la sociedad de nuestro país. Hay quienes globalmente pretenden dejar al margen en esta crisis sin precedentes en las últimas décadas a las organizaciones sindicales, subestimando la transversalidad de nuestras actividades que van más allá de lo estrictamente laboral.

Si esta situación no se gobierna con la participación, necesaria, de los agentes sociales, la ciudadanía sufrirá nuevas fracturas sociales no deseadas. Que a nadie se le olvide: las organizaciones sindicales somos portavoces y representantes del interés de cientos de miles de familias trabajadoras.

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