UGT y CCOO alcanzan un preacuerdo para la firma del Convenio de Comercio de Metal de Navarra, que mejora el poder adquisitivo de los salarios durante los cuatro años de vigencia

El convenio tendrá una vigencia de cuatro años (2019-2022), con una cláusula de ultractividad indefinida que desactiva la reforma laboral en este aspecto, y recoge unos incrementos salariales que garantizan la mejora del poder adquisitivo, uno de los objetivos prioritarios de la plataforma sindical.

El preacuerdo establece una subida salarial del 1,7% para este año 2019 (IPC de 2018 más 0,5%, que se aplicará con carácter retroactivo al 1 de enero. Para el resto de los años, la subida será del 1,5%, con una cláusula que garantiza el IPC del año anterior más 0,25% cada año, y que en caso de superar el 3%, tendrá como contraprestación una reducción de 4 horas en la jornada anual en el año 2022. Además, se actualizan las categorías más bajas a un salario mínimo de 14.000 ¤ al año.

En cuanto a permisos, se posibilita la acumulación por lactancia dos semanas y en los casos de ampliación del permiso retribuido por desplazamiento, se considera traslado un trayecto mínimo de 150 km.

También se mejoran las excedencias, con la posibilidad de que los trabajadores se acojan a una excedencia de un mes con reserva de puesto de trabajo, siempre y cuando se garantice el mantenimiento de la actividad en la sección o centro correspondiente, así como que el 75% de la plantilla de la sección o centro de trabajo esté activa.

En lo referente al contrato eventual, las empresas podrán realizar contratos de hasta 12 meses en un periodo de 18. Las empresas que realicen estos contratos, no podrán tener más del 10% de su plantilla eventual (antes era entre el 25% y el 35%), incluidas las contrataciones por ETTs y excluyendo los contratos de relevo, una medida que para la UGT va a contribuir a reducir la eventualidad en el sector.

Por último, la UGT valora positivamente que durante la negociación se haya conseguido frenar la pretensión de la patronal de aumentar la flexibilidad y de eliminar el derecho del trabajador de decidir si va a la jubilación parcial, lo que suponía un retroceso importante para este sector, al igual que se ha evitado el empeoramiento del pago de las bajas (IT), que los empresarios querían vincular con el absentismo.