FESMC-UGT reclama el refuerzo material y humano de la fiscalía de seguridad y salud en el trabajo

Una delegación del sindicato, encabezada por la secretaria de Salud Laboral, Ana García de la Torre, se reúne con el Fiscal de Sala de Seguridad y Salud en el Trabajo, Ángel Javier Muñoz, para abordar los altos índices de siniestralidad laboral existentes.

Una reunión en la que también han participado, por parte del sindicato, el coordinador de la Secretaría de Salud Laboral, José de las Morenas; el secretario de Salud Laboral y Medioambiente en UGT Servicios Públicos, José María Cobano; la secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT FICA, Pilar Ituero; y el secretario de Acción Sindical, Salud Laboral y Medio Ambiente de FeSMC-UGT, Álvaro Vicioso.

Durante el encuentro, Ana García ha destacado la importancia de la prevención de riesgos laborales para evitar que se produzcan daños a la salud de las personas trabajadoras “sorprende que hayan fallecido más de 41.000 personas desde que tenemos estadísticas de accidentes de trabajo, algo más de 3 décadas. Sorprende que habiendo fallecido 826 en 2022 y 230 personas trabajadoras hasta abril de este año, este drama sea invisible a los ojos de la sociedad. Creemos que son cifras intolerables y alarmantes.”

Además, se ha propuesto la celebración de convenios de colaboración entre la Fiscalía de Seguridad y Salud en el Trabajo y el Sindicato a nivel autonómico, así como la mejora en la atención a las víctimas de accidentes laborales, que son invisibles frente a los ojos de la sociedad.

Por otro lado, ha recordado la importancia de que UGT suscriba el Convenio para la investigación eficaz y rápida de los delitos contra la vida, la salud y la Integridad Física de los trabajadores y ejecución de las sentencias condenatorias y para la toma de conciencia social de este problema. En dicho Convenio se pone de manifiesto el grave problema de la siniestralidad laboral en nuestro país, donde se califica de drama social y humano y se requiere la acción de las Administraciones públicas para conseguir acabar con esta lacra y evitar la impunidad de los responsables.

UGT viene reclamando desde hace tiempo un refuerzo de recursos materiales y humanos para hacer frente a este enorme reto de acabar con esta lacra y con la impunidad de muchos accidentes de trabajo, a través de la potenciación de la investigación de los delitos de riesgo de los arts. 316 y 317 del Código Penal.

Como complemento a lo anterior, el sindicato exige que la Fiscalía pueda actuar en el orden social en relación a los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

ACCIDENTES DE TRABAJO.

Con los últimos datos disponibles, en el periodo enero-abril de 2023 se contabilizaron 193.231 accidentes de trabajo con baja (AT), un 0,5 % menos que en el mismo periodo del año anterior.

En cambio, en nuestra Federación, que agrupa a todos los sectores de los servicios privados, el número de AT ascendió a 88.317, un 7 % más que el año anterior.

Se observa, además, que crece en mayor proporción el número de AT in itinere (12,3 %) que en jornada (6,0 %).

El número de AT registrados en nuestra Federación supone el 45,7 % del total, 3,2 puntos porcentuales más que el año pasado.

En el caso de nuestra Federación, el número de AT mortales alcanzó la cifra de 104, 2 menos que el año anterior, y suponen el 45,2 % del total (41,1 % en 2022). 

Datos por sectores 

Entre los sectores de nuestra Federación, el mayor número de AT con baja se registró en el sector de Comercio, con 26.136, que suponen el 13,5 % del total, seguido de las Actividades administrativas y servicios auxiliares (20.210, 10,5 %), de la Hostelería (17.012, 8,8 %) y del Transporte y almacenamiento (13.467, 7,0 %).

Respecto al año anterior, las actividades que han sufrido un mayor incremento del número de AT con baja han sido las Actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (19 %), la Hostelería (15,4 %), las Actividades profesionales, científicas y técnicas (12,6 %) y las Actividades financieras y de seguros (12,1 %).

Principales causas

  • Precariedad laboral

Las personas trabajadoras de FeSMC-UGT, afectadas por una mayor temporalidad, mayor rotación en el empleo y con contratos de corta duración, lo que perjudica sobre todo a las personas trabajadoras más jóvenes. De igual forma, la subcontratación o a la utilización de empresas de trabajo temporal.

ocupaciones de baja cualificación, con menores salarios afecta de forma considerable, así como sin correcta organización del tiempo de trabajo también es esencial.

La existencia de contratos de corta duración impide, además, que no haya tiempo para realizar una formación adecuada en prevención.

  • Falta de políticas preventivas en las empresas

Falta cultura preventiva e integración de la prevención dentro de la estructura de las empresas y más en la pequeña empresa. De hecho, un 31,5 %, del total de accidentes de trabajo registrados en los sectores de FeSMC en 2022, se produjeron en centros en los que no se había realizado una evaluación de riesgo.

Por otro lado, los servicios de prevención desde su privatización afectan negativamente, ya que se tiene que legislar la ratio de personas trabajadoras/empresas que pueda asumir el personal técnico y sanitario de estos servicios de prevención para dar un servicio adecuado.

  • Déficit sindical en la empresa

Más del 56 % de los accidentes de trabajo en jornada se producen en centros que emplean a menos de 50 personas trabajadoras en el conjunto de las actividades de FeSMC-UGT.

Y resulta imprescindible la creación de la figura del delegado sectorial/territorial.

  • Insuficiencia de recursos de la Inspección de Trabajo

Porque son urgentes y necesarios invertir más medios, recursos y especialización de la Inspección de Trabajo, al igual que una mayor presencia en las empresas del personal técnico de los diferentes Institutos Regionales de las Comunidades Autónomas.

  • Falta de políticas públicas en materia de seguridad y salud en el trabajo

Las administraciones públicas deben implicarse más en este problema, visibilizándolo y concienciando a la sociedad mediante campañas y obligando y sancionando con más dureza la falta de cumplimento de la normativa laboral.

ENFERMEDADES PROFESIONALES.

Los sectores de FeSMC-UGT comunicaron el 38,56 % del total de partes de baja por enfermedad profesional en 2022.

Los mayores porcentajes de partes de baja recayeron en Comercio (14,21 % del total), Actividades administrativas y servicios auxiliares (9,79 %) y Hostelería (7,38 %). Hay que destacar el peso de los partes de las trabajadoras en estos mismos sectores que alcanzaron el 18,35 %, el 15,48 % y el 12,23 % respectivamente.

En cuanto a los grupos de enfermedades profesionales, hay que destacar que la mayor incidencia de enfermedades causadas por agentes químicos se concentra en Otros servicios (15,44 casos por cada 100.000 personas trabajadoras cuando la media es de 2,1), como consecuencia, sobre todo, de las actividades de Lavado y limpieza de prendas textiles y de piel y Peluquería y otros tratamientos de belleza. 

Varios de nuestros sectores destacan por la alta duración media de los procesos de enfermedades profesionales para las mujeres: Comercio con 142,39 días y Servicios a edificios y actividades de jardinería, con 162,50 días, claramente por encima de la media de duración para el conjunto de las actividades (137,80 días).

Esta infradeclaración de enfermedades profesionales está íntimamente ligada a la:

  • Falta de identificación de riesgos laborales

Los factores de riesgo a los que se encuentran expuestos los sectores de FeSMC-UGT y que pueden desencadenar una enfermedad profesional son principalmente los riesgos psicosociales y riesgos ergonómicos con posibilidad de daños musculo esqueléticos.

  • Vigilancia de la salud genérica

Para ello el personal sanitario de los servicios de prevención debe disponer de la ratio adecuada de personas trabajadoras y empresas a las que dar servicio, para poder realizar una vigilancia de la salud tanto individual como colectiva de calidad y eficaz.

Además, el personal sanitario de los Servicios Públicos de Salud debe contar con formación específica para poder determinar si la patología atendida procede de una enfermedad de origen laboral y derivar la actuación a la Mutua de Accidentes.