Inteligencia Artificial y doblaje: UGT alerta de la amenaza que se cierne sobre esta profesión artística

La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores, a través de su Sector de Comunicaciones y Cultura, quiere poner de manifiesto la incertidumbre que está generando entre el colectivo de actrices y actores de doblaje el uso masivo de tecnologías de Inteligencia Artificial.

De forma paulatina, y mediante un controlado goteo de informaciones, se está intentado implantar en el sector la idea de que los nuevos avances de la IA pueden cambiar, radicalmente, el mercado de trabajo y las condiciones laborales de este colectivo. Así, se han acelerado en las últimas semanas los anuncios internos que vaticinan nuevos desarrollos tecnológicos – desde el Speech to Speech (STS) al Text to Speech (TTS), pasando por voice morphing o las voces sintéticas- que permitirían prescindir del trabajo de estos profesionales, ya sea de forma parcial o completa.

UGT rechaza de plano esta forma de actuar. En nuestro país existen 5.000 puestos de trabajo vinculados a una actividad que forma parte intrínseca de nuestro patrimonio cultural y de nuestra forma de entender el arte audiovisual. La falta de un diálogo directo que aclare cuales son las intenciones de las empleadoras con estas nuevas tecnologías, no es admisible. Es imperioso dar transparencia a esta nueva realidad, aportando garantías de empleo, de carga de trabajo, de condiciones laborales y remuneraciones, ejerciendo el diálogo entre todas las partes implicadas.

No sirve ampararse en la ausencia de regulación específica para las nuevas IA o excusarse con nuevas formas contractuales, si éstas no están claras y se negocian de forma colectiva. Estamos ante una incertidumbre que abre la puerta a la destrucción de toda una profesión artística, de conocida tradición en nuestro país. El ejemplo de la huelga de guionistas estadounidenses, en donde la Inteligencia Artificial ya se está esgrimiendo como una amenaza real para el empleo, usándose como condicionante para reducir las legítimas aspiraciones retributivas del colectivo, es una buena prueba de lo que está por venir: el uso insolidario, y destructivo, de la tecnología, poniéndola por encima de las personas.

Por supuesto, las iniciativas legislativas europeas para “marcar” o etiquetar los contenidos creados por IA generativas pueden ir en la buena dirección si se aplicasen a las voces, señalando si son humanas, sintéticas o una combinación de ambas, pero hasta que eso llegue (la AI Act puede tardar hasta tres años en ser aplicable), es imprescindible abrir un proceso de diálogo con todos los implicados, incluyendo sus representantes legales.

UGT vigilará estrechamente, en función de las capacidades legales y representativas que ostentamos, cualquier acción empresarial que suponga una amenaza para el empleo o que atente contra las condiciones laborales de las actrices y actores de doblajes españoles. No vamos a permitir que un uso de la IA, movida únicamente por los intereses de un reducido número de empresas, acaben laminando los legítimos derechos de las personas trabajadoras.