UGT valora el desarrollo de aeronaves comerciales con energía solar

Desde el Sector Aéreo de UGT valoramos muy positivamente la noticia sobre la iniciativa de desarrollo de aviones propulsados con energía solar. Esto es coherente con la estrategia que siempre hemos defendido de desarrollo sostenible de la aviación comercial. Los objetivos de sostenibilidad a corto, medio y largo plazo no pueden ir encaminados, únicamente, a la sustitución de vuelos por medios de transporte alternativos supuestamente más ecológicos.

Entre otras cosas porque no existe alternativa inmediata para la interconexión no solamente entre diferentes puntos de nuestra geografía, sino entre éstos y otras zonas de Europa. Pensemos en los años e inversiones (tanto económicas como medioambientales) necesarios para dotar a nuestro país de una red de Alta Velocidad completa.

Y porque para un país como el nuestro, en el que tanto pesa en su PIB el sector del Turismo, no nos podemos permitir renunciar tajantemente explotar un medio de transporte que es el que aporta más cantidad de visitantes cada año.

Eso sí. Debemos procurar su explotación de manera radicalmente diferente para que ésta no ponga en peligro nuestro medio ambiente.

Por ello, iniciativas de investigación como el proyecto del avión solar, son trascendentales. Es importantísimo que la Unión Europea siga invirtiendo y apoyando al sector privado en iniciativas como ésta, como la del desarrollo de otro tipo de propulsores limpios como el de hidrógeno.

Pero es importantísimo también en el corto plazo que se colabore a desarrollar tecnologías que ya están disponibles, como la de los combustibles sostenibles de aviación (SAF), iniciativas empresariales que ya están en curso en muchos casos, como las de renovación de flotas por otras mucho más eficientes tanto en consumo como en emisiones, o políticas como la del Espacio Único Europeo, que permiten racionalizar (también desde el punto de vista económico y ecológico) las rutas que utilizan las aeronaves.

En opinión de UGT, no podemos renunciar a la conectividad inmediata y tan extensa que nos da la aviación comercial. No debemos renunciar a dar utilidad a infraestructuras que ya están creadas. Pero hagámoslo con sentido común, pensando en que las futuras generaciones tienen derecho a disfrutar del planeta.