FeSMC-UGT defiende el transporte por ferrocarril como alternativa al transporte sostenible

En el día de ayer, el Secretario de Acción Sindical, Salud Laboral y Medio Ambiente de FeSMC-UGT tuvo ocasión de participar en la Jornada organizada en la ciudad de Soria, por UGT-Castilla y León titulada “la transición justa como vía para afrontar la emergencia climática: herramientas para una transición ecológica con justicia social y empleo verde”.

En el transcurso de la misma, los asistentes pudieron asistir a diferentes ponencias de expertos en la materia de nivel universitario, asociaciones de defensa del medio ambiente y representantes de las diferentes federaciones estatales que integran la UGT.

En la intervención de Alvaro Vicioso en nombre de la FeSMC-UGT, se pudo seguir la importancia que para nuestra Federación supone el Ferrocarril como medio de transporte que está electrificado en gran medida y emite mucho menos CO2 que los viajes equivalentes por carretera o aire. Representa tan solo el 0,4 % de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE, mientras que todo el transporte de la UE representa el 25 % de las emisiones totales de la UE. Es decir, se trata de una de las formas más sostenibles de transporte de pasajeros y mercancías.

Además, indicó Vicioso, es el único medio de transporte que ha reducido constantemente sus emisiones y consumo de energía, al tiempo que utiliza cada vez más fuentes de energía renovables.

Entre otros beneficios, el ferrocarril también es excepcionalmente seguro (con la menor incidencia de accidentes mortales) y conecta a personas y empresas de toda la Unión a través de la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T).

Y, además, el ferrocarril es un servicio público que contribuye a la vertebración de la sociedad y a la promoción de la igualdad de oportunidades en una sociedad medioambientalmente sostenible.

Con la convicción, por tanto, de que el ferrocarril debe ser el elemento central de cualquier política de movilidad sostenible, Alvaro Vicioso centró su intervención en el transporte ferroviario, haciendo mención a la Alianza Ibérica por el Ferrocarril, así como destacando nuestro decidido apoyo al Corredor Atlántico y al Corredor Mediterráneo.

UGT y CC.OO. junto a otras 14 entidades vinculadas a ONG’s de índole ecologista (como Greenpeace y Ecologistas en Acción) y organizaciones focalizadas en movilidad (como Promoción del Transporte Público –PTP-, Ecodes o Fundación Renovables) hemos impulsado la Alianza Ibérica por el Ferrocarril.

Presentada en julio de este año en Barcelona, se trata de una plataforma que busca que España y Portugal potencien el tren, un modo de transporte en situación de postración y habituado a padecer una desatención crónica.

Reivindicamos una nueva política que ponga el acento en el servicio y no en la infraestructura; en el tren cotidiano, que es el que vertebra territorios y facilita las necesidades de movilidad con equidad social y un mínimo impacto ambiental.

La desatención crónica de las autoridades por los sistemas de cercanías, regionales y mercancías y una focalización casi exclusiva en los sistemas de alta velocidad han motivado que el 80 % del territorio español tenga un mal sistema ferroviario.

La inversión ferroviaria se ha centrado en la construcción de nuevas líneas de alta velocidad, todas ellas (con la excepción parcial de la “Y” vasca) diseñadas para unir Madrid con el resto de las ciudades de la península. Esta concepción radicalmente centralista ha perjudicado los ejes periferia/periferia.

Los tiempos de recorrido en el Corredor del Mediterráneo, o en el eje del Ebro (Zaragoza – Euskadi) son aún poco competitivos. Peor aún, el eje Cantábrico (Galicia – Euskadi) es más anecdótica que real y la Ruta de la Plata (Asturias – Andalucía) se mantiene cerrada desde 1985.

En el caso del Corredor Atlántico, que conecta los puertos de la fachada atlántica con el interior y el resto de Europa, debe estar finalizado antes del año 2031. Partiendo de la localidad portuguesa de Sines, une en diagonal la Península Ibérica con Francia y Alemania, dando continuidad a las redes de transporte entre los Puertos de la fachada portuguesa, con el Puerto de Le Havre en Francia, y el gran nodo ferroviario intermodal de Mannheim, Alemania. Recorre 2.000 km, concentra el 25 % de los habitantes de Europa y supone el 40 % del PIB de la UE.

El Corredor tiene dos ramales complementarios en suelo español. El primero, partiendo igualmente de Sines, pasa por Badajoz y Madrid, uniéndose al trazado principal en Medina del Campo, Valladolid. El segundo ramal parte del puerto español de Algeciras, pasando por Madrid, hasta unirse en Medina del Campo al trazado principal.

Respecto al Corredor Mediterráneo, que une el litoral mediterráneo español desde Algeciras hasta la frontera francesa, conectando las ciudades mediterráneas entre sí y con Europa, recorre 3.500 km, concentra el 54 % de los habitantes de Europa y supone el 66 % del PIB de la UE.

Hasta ahora, se han cumplido diferentes hitos como la adjudicación del cambio de ancho de vía entre Castelló y Vandellós; la finalización del baipás del Reguerón; la licitación de las obras del tramo Totana-Totana; la adjudicación de las obras del tramo Lorca-Pulpí.

En definitiva, en ambos casos se trata de infraestructuras que, conectadas adecuadamente, integradas debidamente y bien gestionadas, serán capaces de activar las principales áreas económicas, revitalizar los clústers industriales y tecnológicos, alimentar las principales infraestructuras territoriales y catapultar las cadenas logísticas.

Dada su importancia, defendemos e impulsamos el desarrollo del Corredor del Atlántico y del Corredor Mediterráneo para:

⇒ Crear infraestructuras de transportes en zonas que no las tienen

⇒ Conectarlas con Europa

⇒ Dar a España mayor cohesión social y territorial

⇒ Fomentar el desarrollo económico y el empleo.