UGT condena el asesinato de un vigilante de seguridad en Jaén y denuncia la indefensión de estos trabajadores

Otro compañero, vigilante de seguridad, ha sido asesinado en Andalucía, por apuñalamiento, mientras realizaba su trabajo en un local de ocio de Peal de Becerro, en Jaén. El sector de seguridad de la Federación de Servicios, Movilidad y Comercio de UGT Andalucía, condena este atentado que, no se hubiera producido, si la empresa hubiera adoptado todas las medidas de prevención de riesgos laborales, necesarias para este tipo de tareas.

De nuevo se repiten las agresiones a los vigilantes, esta vez, con resultado de muerte por apuñalamiento ¡Qué más tienen que sufrir los vigilantes para que se tomen las medidas necesarias para evitar todo tipo de agresiones!

Se pone de relieve la total desprotección de las personas trabajadoras en seguridad privada durante la prestación de sus funciones, circunstancias que se están produciendo en la mayoría de las Provincias de Andalucía.

Cada día, vigilantes de seguridad son agredidos en distintas instalaciones de la Comunidad, por el simple hecho de realizar su funciones. Esta situación insostenible, se produce con la callada por respuesta por parte de clientes, usuarios y empresas de seguridad, así como con la falta de la atención necesaria, por parte del Ministerio de Interior, como máximo garante de la seguridad privada en nuestro país. El modelo de seguridad privada en España queda compuesto, cada vez en mayor grado, por un tejido empresarial cuyo único objetivo es rentabilizar sus cuentas de resultados en un mercado donde clientes privados y administraciones públicas someten a la actividad a bajadas continuas de precios de adjudicación de servicios que, merman cualquier posibilidad de dotar a sus vigilantes de ninguna garantía de empleo y mucho menos de ningún tipo de medida de autoprotección para el desempeño de su actividad laboral. Vigilantes que deben actuar en solitario en distintos servicios de pública concurrencia, vigilantes que están al desamparo en la protección de locales de ocio, jornadas maratonianas de trabajo, atrasos en el abono de las nóminas, incluso cierres de empresas dejando a miles de personas trabajadoras en la exclusión social cada vez son más frecuentes en una actividad complementaria a la seguridad pública y que debería estar implícitamente vinculada a la calidad de sus servicios y a un escrupuloso cumplimiento de las condiciones laborales. Contrariamente, se presenta como una actividad oportunista para un número importante de empresas desleales con el sector y para sus vigilantes que no es capaz de garantizar la seguridad de sus propios trabajadores y trabajadoras ni la de la ciudadanía que concurre habitualmente a lugares estratégicos en nuestra Comunidad. FeSMC- UGT-Andalucía sigue insistiendo a las asociaciones empresariales, a los clientes  y al propio Ministerio, a través de esta Secretaria Estatal de Seguridad Privada y Auxiliares de FeSMC-UGT, en la necesidad de mejorar la autoprotección de los vigilantes de seguridad así como avanzar hacia una profunda modificación del modelo de seguridad privada instaurado en España.