22 DE FEBRERO: La brecha salarial en los sectores de la FeSMC-UGT

El 22 de febrero es el día dedicado a la lucha por la igualdad salarial en el mercado laboral. El objetivo de este día, es poner de relieve que mujeres y hombres no ganan lo mismo por la realización del mismo trabajo o de un trabajo de igual valor. Las mujeres de cualquier edad, sector en el que trabajen, tipo de jornada o contrato, tienen que trabajar más para ganar lo mismo que los hombres.

  • La brecha salarial estimada a nivel mundial es de un 23%
  • La brecha salarial en España es del 20,3%
  • El conjunto de los sectores de FeSMC sumaron una brecha salarial del 31,1%

Por lo tanto, desde la FeSMC-UGT tenemos mucho recorrido de mejora por delante, para conseguir que nuestra acción sindical pueda incidir en disminuir los niveles de brecha tan acusados que tenemos en las actividades de nuestra Federación.

El informe se lo hemos remitido a los sectores y territorios con tiempo suficiente, con el fin de poder extraer aquellos datos que se consideren necesarios para difundir o crear contenidos que apoyen en las acciones en materia de igualdad para el 22 de febrero.

Para sensibilizar a la ciudadanía contra la brecha salarial existente entre hombres y mujeres, se promueve en España y en la Unión Europea este día, el 22 de febrero, dedicado a la lucha por la igualdad salarial en el mercado laboral.

Desde hace varios años, cada 22 de febrero, el sindicato pone de manifiesto que las trabajadoras tienen retribuciones inferiores a los trabajadores por realizar el mismo trabajo o un trabajo de igual valor.

En todos los países, a las mujeres se les paga menos que a los hombres, con una brecha salarial de género estimada en un 23% a nivel mundial. La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas siguen estancados debido a la persistencia de desigualdades históricas y estructurales en las relaciones de poder entre mujeres y hombres.

La nueva normativa legislativa impulsada desde el año 2019, con la implementación de los Reales Decretos que abordan la negociación de los planes de igualdad en las empresas, junto con la negociación de las auditorias retributivas y registros salariales, nos interpelan como agentes sindicales a mostrar las brechas de género encontradas tratando de reducirlas al máximo.

La brecha salarial se va reduciendo muy lentamente. En los últimos años, el aumento del salario mínimo interprofesional ha tenido un efecto corrector de la brecha salarial de género. Este impacto de la subida del SMI es más relevante en las trabajadoras, dado que nosotras copamos en mayor proporción los niveles peor retribuidos en el mercado de trabajo (un 55% de mujeres frente a un 45% de hombres en el suelo salarial que supone el SMI). La lucha sindical, que se ha traducido en la subida del SMI a 1000 euros para 2022, es una lucha por y para las mujeres, dirigida a corregir la discriminación salarial existente. Una lucha que contribuye a reducir la brecha salarial de género.

En los próximos años también actuará, previsiblemente en este sentido, la nueva reforma laboral, al reducir y limitar la temporalidad del empleo, fomentando la estabilidad y, sobre todo, al dar preferencia aplicativa al convenio sectorial, que incrementará los salarios de muchos sectores de actividad feminizados donde actualmente se están devaluando los salarios por medio de los convenios de empresa.

Reduciendo y eliminando las brechas salariales que están manifestando la discriminación en el empleo que sufren históricamente las mujeres, debe ocupar nuestras prioridades más inmediatas.

Podemos remarcar, también, que la existencia de brecha salarial de género procede, en gran medida, de la desigualdad y la discriminación estructural que sufren las mujeres en todos los ámbitos de la vida y, en particular, de la infravaloración del trabajo de las mujeres y de la falta de corresponsabilidad en la asunción de responsabilidades domésticas y de cuidados.

La brecha salarial entre mujeres y hombres difiere si se tienen en cuenta variables como el tipo de contrato, jornada, ocupación, antigüedad, edad, nivel de estudios, etc. Estas variables se consideran causas subyacentes a las diferencias de retribución entre mujeres y hombres y, por tanto, causas de la existencia de brecha salarial de género, reflejando tanto la discriminación por razón de sexo, como las desigualdades relacionadas con la educación y el mercado de trabajo.

Y es que si bien la brecha salarial es fruto de múltiples factores y de un sistema que reproduce y mantiene las desigualdades, la pandemia ha puesto de manifiesto que son todavía las mujeres las que asumen la mayoría de los cuidados, y como bien sabemos las ha puesto a la cola para la reincorporación al trabajo tras el estado de alarma, continuando asumiendo el cuidado de los niños y mayores (casi el 92% de las personas que solicitaron excedencias para cuidar a sus hijos e hijas en el tercer trimestre de 2020 fueron mujeres).

La lucha por la igualdad salarial en el mercado laboral es un compromiso que la FeSMC UGT tiene adquirido en sus principios generales.


INFORME SOBRE BRECHA SALARIAL EN LOS SECTORES DE FeSMC-UGT 2022