Opinión

Álvaro Vicioso | Adj. Secretario de Acción Sindical de FeSMC-UGT

Álvaro Vicioso | Adj. Secretario de Acción Sindical de FeSMC-UGT

Cumbre Mundial por el Clima (COP25): ¡Así, no!

Desde ayer y hasta el 13 de diciembre se desarrolla en Madrid la Cumbre de Naciones Unidas por el Clima (COP25).

UGT, como agente social de relevancia constitucional, apoya el movimiento de respuesta social a la COP25 que denuncia la hipocresía de los gobiernos que participan en las negociaciones climáticas para enmascarar tratados comerciales y de inversiones como herramientas de dominación del capital, alimentan la industria fósil con subsidios millonarios y se lucran con la crisis climática y la devastación ambiental y social.

En UGT compartimos las reivindicaciones de la Cumbre Social por el Clima como la necesidad de desarrollar una transición justa realizada con la rapidez suficiente, para evitar nuevas catástrofes, como un calentamiento por encima de los 1.5°C o el colapso de los ecosistemas y la sociedad.

Es necesario tomar decisiones basadas en la ciencia; hay que alentar un cambio radical en el modelo de movilidad para reducir el transporte masivo de mercancías y personas y paliar, de paso, el creciente aislamiento de las zonas rurales, una de las causas del progresivo despoblamiento. Hay que cambiar un modelo de producción y consumo basado en el “usar y tirar” que provoca hambre en el mundo y produce una cantidad ingente de residuos que van a parar a los países más pobres.

La tozuda realidad se impone frente a las declaraciones grandilocuentes de los responsables de las administraciones públicas que no dejan de ser papel mojado. Nadie parece preocuparse de las personas trabajadoras que quedarían afectadas por una hipotética transición a modelos sostenibles. Sirvan como ejemplos tres problemáticas inmediatas que, en cuanto a actividades laborales desarrolladas en sectores propios de FeSMC-UGT, tenemos cercanas.

600 empleos perdidos

Dice mucho de los organizadores de la COP25 y su nula preocupación por dar trabajo a las personas que pudieran tenerlo en estos días en el evento, al “reclutar” a más de 600 personas que de forma gratuita desarrollarán los trabajos de la conferencia. 400 de ellos son aportados por el Ayuntamiento de Madrid, mientras que algo más de 200 lo son directamente por la organización del evento, Naciones Unidas. 600 personas que pudieran, perfectamente, haber sido contratadas laboralmente durante los días que dura el evento. Pero no, prima la voluntariedad del trabajo, para un ahorro de costes, que perdidos dentro de los 50 millones de euros que cuesta COP25, es absolutamente nimio. Aquí también, y una vez más, cuando se piensa en ahorro, en lo primero que se piensa es reducción de costes laborales

El comercio y turismo, olvidados

Igualmente, relevante es el futuro de la Industria del Comercio y Hostelería, ante la transición hacia un modelo de turismo sostenible y que pudiera suponer el inicio del fin de la España vaciada. Contemplamos como, a día de hoy, seguimos sin pasar del papel, sin dar el salto a las dotaciones presupuestarias necesarias que fomenten dicho modelo, que, necesariamente, ha de contar con la opinión de nuestra federación sindical, que representa a las personas trabajadoras de estos importantes sectores productivos para la economía del país.

El transporte contaminante y la precarización de los riders

Principalmente el de mercancías por carretera, el más contaminante según indican los datos, donde únicamente contemplamos proyectos de largo plazo como la creación del Corredor Atlántico (ferroviario), que pudiera revitalizar la España vaciada, básicamente en puestos de trabajo y reduciendo drásticamente las emisiones generadas por el transporte por carretera. Pero es necesario, una vez que se ha pasado en este particular del papel a los hechos, dotar de una mayor potencia presupuestaria por parte de todas las administraciones implicadas para que el largo plazo se visualice en un medio plazo.

Como transporte también es la logística de paquetería denominada de la ‘última milla’, método que aúna la ineficiencia energética con el desprecio de los más elementales derechos laborales de los repartidores, que las empresas conciben como falsos autónomos forzosos.

Denunciamos la gran hipocresía de este COP25. Desde FeSMC-UGT condenamos de forma tajante y sin tapujos la violación de derechos humanos en Chile (que es donde hubiera debido realizarse la conferencia) y exigimos su cese. La declaración de guerra contra el pueblo chileno por parte de su gobierno es un ataque a la democracia y a la lucha por la justicia social. Demandamos que los responsables de esta represión sean sancionados. Queremos poner bajo el foco que la protesta social en Chile y en otros lugares del mundo es también la expresión de la crisis ecológica. El paradigma del crecimiento económico ilimitado está estrellando a la humanidad contra unos límites planetarios que desde el sistema económico se insiste en invisibilizar.

En definitiva, nos rebelamos desde FeSMC-UGT contra un sistema capitalista profundamente injusto que esquilma las bases que sostienen la vida en la Tierra. Hay quienes globalmente pretenden dejar al margen en ésta gran transición justa y sostenible a las organizaciones sindicales, subestimando la transversalidad de nuestras actividades que van más allá de lo estrictamente laboral. Porque si la transición no se gobierna entre todos los agentes sociales, que necesariamente ha de ser justa, la sociedad española sufrirá y generará fracturas sociales no deseadas.