Nueva agresión a vigilantes de seguridad en el Metro de Madrid

Empresas de Seguridad Privada, Usuarios y el Propio Gobierno permanecen impasibles ante la escalada de agresiones sufridas por vigilantes de seguridad privada en el desempeño de sus funciones.

La agresión sufrida en el día de ayer por vigilantes de seguridad privada en el metro de Madrid demuestra una vez más la falta de voluntad política para abordar en forma global una situación que diariamente sufren en forma de agresiones los vigilantes de seguridad en el territorio nacional, sin disponer de una mayor garantía jurídica ni de medios de autoprotección suficientes para realizar sus cometidos profesionales.

La seguridad privada como complementaria de la seguridad publica queda instaurada con fuerte presencia en los denominados lugares de pública concurrencia. Metro, Renfe, Adif, Aeropuertos, Centros Comerciales, son claros ejemplos donde la seguridad privada ejerce sus funciones en contacto directo con la ciudadanía garantizando por ende la seguridad durante la permanencia en este tipo de instalaciones.

Más allá del reconocimiento expreso realizado desde el Gobierno Central de la escalada de los niveles de delincuencia en las grandes ciudades de nuestro país, situación reconocida desde los ámbitos políticos, pero no afrontada en ninguna de sus formas, tampoco está siendo prioritario para el ejecutivo el desarrollo del Reglamento de Seguridad Privada que sigue escondido en algún cajón del Ministerio liderado por Marlaska.

UGT dentro de su campaña específica “A MI QUIEN ME PROTEGE” viene solicitando a responsables políticos abordar en forma global una mayor protección jurídica para los vigilantes de seguridad, así como unos adecuados medios de autoprotección, que además sean de obligado cumplimiento para empresas y usuarios.

UGT mantendrá en los próximos días nuevos contactos con la Secretaria de Estado de Interior donde entre otros temas abordar en forma prioritaria una situación alarmante donde diariamente como ayer en el Metro de Madrid los vigilantes de seguridad son agredidos por el simple hecho de realizar sus funciones de protección de instalaciones y por ende garantizar la seguridad de ciudadanos y ciudadanas que concurren diariamente en las mismas.