Es imprescindible recuperar el poder adquisitivo de las familias

Los PGE 2017 suponen un freno al crecimiento económico de nuestro país.

​Los datos de IPC del mes de abril, publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística, reflejan un incremento del 1% respecto al mes anterior, situando la tasa interanual en el 2,6%, tres décimas por encima la del mes de marzo. De nuevo los precios vuelven a subir y otra vez se repiten ajustes que se pretende hacer pagar a los trabajadores

España se encuentra en un periodo de crecimiento económico, que continúa sin llegar a las personas, sin reflejarse en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. Al contrario, sigue el proceso de pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores del sector público y pensionistas, no se recupera el gasto social recortado y el esfuerzo en materia de empleo y calidad del empleo se reduce, como señalan los Presupuestos Generales del Estado (PGE) diseñados por el Gobierno.

La previsión de inflación del Gobierno para 2017 se sitúa en 1,5%, mientras su política de rentas fija una subida salarial para los empleados públicos del 1%, así como un incremento del IPREM del 1%, y un aumento de las pensiones del 0,25%. Es decir, nuevas pérdidas de poder adquisitivo de las familias que se acumulan a las de años anteriores.

A pesar de las fuertes pérdidas de poder adquisitivo, las propuestas de la patronal continúan siendo escasas y siguen sin trasladarse a la mesa de negociación para intentar avanzar en favor de un acuerdo.

La recuperación ha llegado a los excedentes empresariales y debe llegar también a los salarios, tanto públicos como del sector privado, que deben crecer por encima de la inflación, colaborando a la reducción de las desigualdades y la pobreza. No se puede continuar en la senda de la pérdida de calidad del trabajo, ni en cuanto a derechos ni en cuanto a salario.

La reforma laboral ha provocado un mercado de trabajo más precario y desequilibrado y, unida a los fuertes recortes en servicios públicos básicos y prestaciones sociales, ha dado lugar a un incremento preocupante de la pobreza y la desigualdad, y a un aumento de la pobreza laboral.

En esta situación, los presupuestos se configuran con unas previsiones que suponen un freno en el crecimiento del empleo y una menor caída de la tasa de paro y fían la mejora de la recaudación y la rebaja del déficit al incremento de la inflación. Mientras tanto, plantean un gasto menguado, con menos inversión, y con un aumento de apenas un 1,7% en educación y 2,3% en sanidad, se congelan las partidas de servicios sociales y se recorta el gasto en empleo un 4,8%.

Por todo ello, UGT insta a la patronal a convocar la mesa de negociación del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) para que trasladen su última oferta y retomen el diálogo para lograr un acuerdo que permita orientar la negociación colectiva hacia la recuperación del poder adquisitivo de los salarios, a la vez que reclama al Gobierno una política de empleo capaz de crear más y mejores puestos de trabajo, con salarios dignos que permitan a los trabajadores salir de la pobreza y mantener un nivel de vida decente, un cambio de modelo económico capaz de reducir los niveles de pobreza y desigualdad, que recupere derechos económicos y sociales y servicios públicos esenciales y que asegure la protección social de las personas en situación de desempleo.