Queremos un futuro del trabajo que permita tener una sociedad más inclusiva y justa

El futuro del trabajo queremos.

El Secretario General de UGT, Pepe Álvarez, ha afirmado que el futuro del mercado de trabajo que el sindicato quiere es “un futuro que permita tener una sociedad más inclusiva y justa que no deje a ninguna persona atrás. Un futuro en el que el pleno empleo, el trabajo decente y la eliminación de la pobreza y la desigualdad sean los objetivos principales de las políticas económicas y sociales y los objetivos que deben guiar la labor de la Organización Internacional del Trabajo en su segundo siglo de existencia”.

Pepe Álvarez ha realizado estas declaraciones en la Conferencia “El futuro del trabajo que queremos” desarrollada por la OIT, donde ha señalado que este futuro pasa por un “progreso tecnológico que transformará el mundo del trabajo. La confluencia del desarrollo de la digitalización, de la robotización o de la inteligencia artificial es evidente y ya está cambiando el mercado laboral”.

Pero este cambio está suponiendo una mayor precarización de las relaciones laborales, salarios más reducidos y peores condiciones de trabajo. “Aumenta la incertidumbre e inestabilidad en el empleo, no hay conciliación de la vida laboral y familiar y hay unos evidentes riesgos para la salud laboral de los trabajadores, entre otros efectos”.

Un desarrollo tecnológico que va a producir “una pérdida de millones de empleos en todo el mundo y que va a incrementar la figura del trabajador pobre. Además, según los expertos, la riqueza que se derive del progreso digital corre el riesgo de quedar en manos de unas pocas personas y no repartirse entre el conjunto de la sociedad, algo que produciría la muerte de nuestro modelo social y de derecho”.

Pepe Álvarez ha señalado que estos efectos, “que se vaticinan a corto plazo (15-20 años), caerían como una losa sobre un mercado de trabajo ya muy debilitado por las últimas reformas laborales”. Por ello, ha afirmado que UGT “no quiere este futuro del trabajo que, por cierto, se parece bastante al presente. No queremos un futuro gobernado por la mercantilización del trabajo, el desempleo, la precariedad o las desigualdades”.

“No queremos”, ha manifestado, “una sociedad en la que los avances tecnológicos y digitales se utilicen para aumentar el número de personas sin empleo, para reducir la calidad del empleo o para rebajar los salarios”.

“Lo que sí queremos”, ha concretado, “es una sociedad que no obstaculice el progreso digital ni el avance de las tecnologías, que lo favorezca, pero dirigiendo y orientando este progreso al servicio de las personas. Una sociedad en la que los derechos sociales fundamentales tengan prioridad sobre las libertades económicas y en la que los beneficios derivados del desarrollo digital se repartan de manera igualitaria”. Por ello, UGT propone un impuesto finalista sobre la máquina que sustituye a la persona, con el fin de que esa productividad recaiga sobre el conjunto de la sociedad.

Todo ello gracias a unos sistemas fiscales y de financiación de la Seguridad Social adaptados a la realidad de las empresas y a la situación del mercado de trabajo “para garantizar los ingresos necesarios que permitan mantener un modelo social basado en el bienestar de los ciudadanos”, ha resaltado.