La plantilla de Konecta dice basta ante los abusos, el maltrato, la precariedad y el ERE encubierto que la empresa está llevando a cabo

El Grupo Konecta, aplicando de forma unilateral el artículo 41, ha impuesto un cambio de horario que en la práctica supone para la plantilla permanecer de 10 de la mañana a 8 de la tarde en la empresa.

El Comité de Empresa Konecta (UGT, CCOO, USO, SAT y CGT) ubicada en Bollullos de La Mitación (Sevilla) ha celebrado hoy un acto conjunto con los alcaldes de los municipios del Aljarafe sevillano para denunciar la situación de precariedad y abuso que dicha empresa del sector Contact Center está poniendo en práctica de forma reiterada y habitual desde hace años. Ni las concentraciones, huelgas, ni denuncias han hecho que la empresa se atenga a razones y abandone esas prácticas.

Alcaldes, concejales, representantes de corporaciones municipales aljarafeñas, sindicatos, etc. se han dado cita hoy en la Casa de la Cultura de Bollullos para dejar patente su apoyo a los trabajadores y trabajadoras de Konecta y buscar medidas que desbloqueen de una vez la situación que están viviendo en la empresa. Además de llevar 26 meses sin convenio y sueldos congelados, la plantilla de Konecta de la provincia de Sevilla – que presta servicios al Grupo Vodafone- lleva enfrentándose ya varios años a unas condiciones precarias, a cambios de horarios y turnos que impiden la conciliación con la vida familiar, a presiones constantes que desembocan en ataques de ansiedad y depresiones que cada día pueden constatarse en el centro de trabajo.

El grupo Konecta además ha puesto en práctica un masivo aumento de la temporalidad en los contratos y la reducción de horas de los mismos, hasta las 18 horas, con lo que un gran número de empleados cobran uno 450€ al mes, un sueldo que no permite mantener una vida digna. Una situación indignante, máxime cuando en 2016, la empresa ha cerrado con unos beneficios de 800 millones de euros, según el Comité de Empresa y cuando siguen abriendo centros de trabajo en otros países mientras que en España nos precarizamos.

Por si esto fuera poco, unos 600 empleados de los 2.400 que desempeñan su labor en este centro han tenido que sufrir una modificaciones de sus condiciones de trabajo (aplicación unilateral por parte de la empresa del Artículo 41) mediante la que se parte la jornada en 2, con dos horas de por medio. Esto obliga a la plantilla a permanecer 10 horas diarias en Konecta, ya que no les da tiempo a ir a sus domicilios, algo que en la práctica les impide totalmente hacer una vida familiar normal. Esta modificación se ha realizado sin previo aviso y sin respetar el periodo establecido en el convenio colectivo.

Asimismo, los nuevos empleados se quejan de que no reciben formación alguna, y que pasadas unas semanas en su puesto, la empresa les comunica que no han pasado el periodo de prueba, sin comunicarle ni previa ni posteriormente los criterios valorados para tomar esa decisión.

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