Normas e instrucciones técnicas para la gestión del riesgo químico y biológico en la acuicultura

AS-0063/2015 AS-0064/2015 AS-0065/2015 | Con la Financiación de la Fundación de Prevención de Riesgos Laborales

La acuicultura es la producción en el medio acuático de animales y plantas mediante técnicas encaminadas a hacer más eficiente su rendimiento. Es una actividad similar a lo que en tierra firme son la ganadería y la agricultura. Abarca variadas prácticas y una muy amplia gama de especies y sistemas de producción.

Para resolver satisfactoriamente los grandes desafíos a los que se enfrenta la acuicultura, se deben dirigir iniciativas de investigación e innovación hacia optimizar su eficiencia y productividad, tanto en sistemas a pequeña como a gran escala. Estas investigaciones deben mejorar los conocimientos sobre el mantenimiento de la buena salud de los animales criados, la optimización de los piensos y de sus materias primas, mejoras en la gestión de las granjas, así como para la domesticación de nuevas especies.

El progreso de la acuicultura en el mundo en las cuatro últimas décadas revela no sólo la vitalidad de esta actividad como técnica productiva, sino también la capacidad de innovación, emprendimiento y aprovechamiento sostenible de los recursos disponibles. FAO considera que la acuicultura contribuye a la utilización eficaz de los recursos naturales, a la seguridad alimentaria y al desarrollo económico, con un limitado y controlable impacto sobre el medio ambiente.

España dispone de una variada disponibilidad de recursos hídricos sobre los que es posible la realización de acuicultura, tanto en el ámbito marino como el continental (aguas dulces). Así, a los casi 8.000 km de costa se suman nueve grandes ríos, numerosos cursos fluviales, lagos y una capacidad de agua embalsada superior a los 55.000 hm3, además de una orografía y diversidad de climas que proporcionan características ambientales y físico-químicas idóneas para el desarrollo de la acuicultura.

La producción de acuicultura en España en 2014 sumó un total de 282.242 toneladas. Esta producción alcanzó un valor en su primera venta de 450,1 millones de euros. La principal especie producida ha sido el mejillón (220.449 t), seguido por la lubina (17.376 t), la dorada (16.230 t) y la trucha arco iris (15.111 t).

En 2014 estaban en funcionamiento y con producción en España un total de 5.119 establecimientos de acuicultura; de ellos 4.933 de acuicultura con aguas marinas y 186 de acuicultura continental (agua dulce).
La mayor cantidad de establecimientos consisten en bateas y long-lines (6.657), en los que se realizan cultivos verticales de mejillones y otros moluscos. El segundo gran grupo de establecimientos consiste en lugares de cultivo en playas, zonas intermareales y esteros (1.152). Otros establecimientos que cultivan en aguas marinas lo hacen en instalaciones en tierra firme (78) o en viveros (jaulas) en el mar (46). La acuicultura continental (en aguas dulces) dispone de los 186 establecimientos activos antes mencionados.

Las estadísticas elaboradas por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) recogen que el número de unidades de trabajo anual (UTA) en acuicultura en España, incluyendo el marisqueo, fue en 2014 de 5.946, si bien esta cifra está repartida entre 19.913 personas. La mayor parte de estas personas, 11.227, son no asalariadas (autónomas), principalmente del subsector del mejillón. Le siguen 5.037 personas cuya categoría se corresponde con operarios no especializados, 2.643 operarios especializados, 564 técnicos superiores o medios, 333 administrativos y 71 personas con otras categorías.

En la acuicultura marina (excluyendo mejillón y marisqueo) el número de empleos completos directos existentes en 2015 fue de 1.900. Este dato supone un incremento del 1,9 % sobre 2014. De los cuales, 1.689 correspondieron a contratos indefinidos y 211 a eventuales. La estimación de empleo indirecto asociado a esos 1.900 puestos de trabajo es de 4.750 empleos.

A los empleos directos en las granjas hay que sumar los que generan el amplio número de actividades auxiliares en torno al desarrollo de la acuicultura, como la transformación y elaboración, el empaquetado, la comercialización y distribución, la fabricación de equipos, redes y tecnologías, la producción y el suministro de hielo, la construcción y el mantenimiento de buques e instalaciones acuícolas, la comunidad científica y las administraciones implicadas en su seguimiento y desarrollo.